top of page

MAESTROS ARTESANOS

“Durante siglos el artesano armero ha sido la quintaesencia de los eibarreses. Fueron los creadores de un oficio que inventaron, perfeccionaron e implementaron de generación en generación. 

Cada artesano pertenecía a un gremio de una determinada especialidad: uno trabajaba la madera, otro el acero, otro los grabados, otro ajustaba piezas… pero siempre para el mismo sector, el armero. Los trabajadores aprendían de su padre o abuelo siguiendo la misma metodología y usando las mismas herramientas, aunque siempre conocían algo nuevo que mejoraba la técnica y les hacía más expertos. 

De esta manera, hemos llegado a nuestros días y, a pesar de que poco a poco se van perdiendo estos oficios, tenemos a grandes artesanos que los siguen perfeccionando cada día.”

 

Así cuentan en Grulla el origen de su taller. Cualquiera diría al llegar al industrial pueblo de Eibar, con su aspecto decadente, que ahí se encuentran las mejores armerías del país. Al entrar en el taller, el halo de Eibar continúa, un sitio de apariencia gris, más semajante a un taller mecánico que a un taller artesano de productos de lujo. Sin embargo, algo hipnótico me atrapa de inmediato. Desaparece por completo el halo sombrío y solo veo a los artesanos y sus manos trabajar con esmero y pulcritud. Todos forman parte de un meticuloso y elegante proceso de manufactura. Hay algo en los artesanos que me resulta magnético, su sencillez, su entrega, su savoir-faire, todo se reduce a una elegancia natural que se plasma directamente en los exclusivos productos que nacen de sus manos.

Como decía Oscar Wilde, “Jamás he visto a un hombre haciendo algo útil que no resultara elegante en algún momento de su labor”.

bottom of page